El 31 de octubre de cada año, el Halloween se toma las calles del mundo entero, llenándose de disfraces, dulces, alegrías y espantos. Principalmente se celebra en el mundo anglosajón, es decir, en Estados Unidos, Canadá, Irlanda y Reino Unido.
En otros sectores del mundo, y en especial en América Latina, se considera una fiesta estadounidense pero existen tradiciones y celebraciones el mismo día con la misma cercanía con el mundo de los muertos.
¿Cómo nació realmente?
Lo que muchos no sabes es que esta festividad no se origina en Estados Unidos. Historiadores afirman que esta celebración se remonta a 3.000 años atrás como un festival de origen celta llamado Samhain, que marcaba el fin de la época de cosechas y daban la bienvenida al Año Nuevo Celta y a la época oscura del año, coincidente con el solsticio de otoño.
En esta fecha, se afirmaba que el límite entre el mundo de los vivos y los muertos se estrechaba y que espíritus podían caminar entre los vivos. Con esta creencia las personas se preparaban con máscaras y vestimentas que permitieran ahuyentar a los espíritus malignos y dar la bienvenida a los buenos. El Samhain también tenía un carácter purificador y religioso, que buscaba la comunicación con los muertos.
Con la llegada del Imperio Romano y el cristianismo, comenzó una mutación de esta festividad, esta vez relacionada al Día de Todos Los Santos, en inglés “All Hallow’s Eve”, lo que origina el nombre que todos conocemos como “Halloween”.
Finalmente, esta celebración fue llevada a Estados Unidos y Canadá por migrantes irlandeses, que salían de sus tierras debido a una gran hambruna ocurrida en torno al año 1840. 80 años más tarde, el primer Halloween fue celebrado en el estado de Minnesota. En los años 70 fue el boom definitivo, en gran medida gracias a la popularidad que ganó la película “Halloween” de John Carpenter.
El origen de sus tradiciones típicas
Las típicas calabazas talladas con caras escalofriantes se asocian a la leyenda irlandesa de Jack El Tacaño. Asimismo, el famoso “dulce o truco” tuvo lugar entre los años 1400 y 1800, época en la que empezó a crearse la tradición de los niños yendo de casa en casa cantando rimas o rezando por las almas de los muertos, por lo que recibían a cambio pasteles que simbolizaban la liberación de un alma del purgatorio.
Definitivamente, aún con algunos aspectos de esta historia que siguen en cuestionamiento por los expertos, Halloween es, tanto para los niños como para los adultos, un espacio para respirar un poco de las normas sociales, desinhibirse y desafiar los límites.