
La Semana Santa en Colombia no solo se vive en templos y procesiones. También se manifiesta en una serie de creencias populares que han pasado de boca en boca por generaciones, y que aún hoy conservan fuerza en muchos hogares. Aunque estas costumbres no tienen sustento científico ni aparecen en los textos religiosos, forman parte del legado cultural que envuelve estos días de recogimiento.
Entre las más comunes está la idea de no bañarse en ríos o quebradas, evitar cortarse el cabello o incluso abstenerse de lavar ropa, por respeto a la solemnidad de la fecha. Estas recomendaciones nacieron como advertencias simbólicas, transmitidas por padres y abuelos para marcar el carácter sagrado de la Semana Santa.
Con el paso del tiempo, muchas de estas prácticas han ido perdiendo vigencia, especialmente entre los más jóvenes. Sin embargo, todavía hay quienes las respetan como un acto de fe o como una manera de mantener vivas las costumbres familiares. Para algunos, son supersticiones sin fundamento; para otros, una forma de honrar una tradición que sigue teniendo sentido espiritual y cultural.












































