Durante julio y agosto se han venido realizando jornadas de fumigación en diferentes sectores de Sabaneta. El propósito es claro: mantener los barrios libres de plagas y reducir el riesgo de enfermedades que afectan a las familias.
El proceso de fumigación se hace con productos avalados por las autoridades de salud. Son seguros, no tóxicos y aptos para usarse en zonas residenciales, lo que significa que no representan riesgos ni para las personas ni para las mascotas.
Preparación en cada sector
Antes de cada jornada de fumigación, los vecinos reciben información sobre la fecha y la hora en la que se hará el procedimiento. Así, las familias pueden cerrar ventanas, cubrir los alimentos y proteger a sus animales de compañía.
Más allá de la fumigación, la comunidad también ha jugado un papel clave. Muchos vecinos aprovechan las visitas para reportar puntos de acumulación de basura, aguas estancadas o presencia de plagas en lugares específicos.
El papel de las familias en la fumigación
Aunque la fumigación ayuda bastante, el resultado se multiplica cuando las familias mantienen buenos hábitos de limpieza: no dejar aguas quietas, sacar la basura en los horarios correctos y cuidar los espacios comunes.
Las brigadas de fumigación continuarán llegando a distintos sectores de Sabaneta durante el año. La meta es reforzar la prevención, controlar las plagas y garantizar espacios más seguros y saludables para todos.
