La Reserva Natural La Romera presentó un fascinante avistamiento, una Cazadora Negra (Clelia clelia), una serpiente inofensiva que es clave para el equilibrio de los ecosistemas locales.
Esta especie, conocida por su coloración negra y su imponente longitud, que puede superar los dos metros, cumple un rol fundamental como controlador biológico, ya que se alimenta principalmente de otras serpientes, incluyendo especies venenosas, lo que la convierte en un regulador natural de estas poblaciones. Además, a pesar de su apariencia imponente, no representa peligro para los humanos
La Romera sigue consolidándose como un santuario de biodiversidad donde la fauna encuentra refugio y los visitantes tienen la oportunidad de conectarse con la riqueza natural de la región.