¿Cómo nació la devoción por María Auxiliadora en Sabaneta?

Fue el padre Ramón Arcila, párroco en la década del 30 de la iglesia de Santa Ana, parroquia principal de Sabaneta, quien infundió la devoción por María Auxiliadora en este pequeño municipio del sur del Valle de Aburrá.

El fervor que le tenía a la madre de Jesús, cuenta el medio Infobae, nació de una vez que, viajando a altas velocidades por una carretera, se abrió la puerta del auto, salió volando y mientras ocurría el accidente pensó en la virgen y, al caer, no sufrió un solo rasguño, fue como si lo hubiesen colocado con especial delicadeza.

Desde aquel suceso el padre Arcila se convirtió en el más fiel devoto de María Auxiliadora y desde su llegada a Sabaneta, sembró en cada feligrés que se acercaba a la iglesia en busca de prodigios ese amor por ella.

Tanto creía el padre Arcila en la virgen que, según cuenta Carlos Mario Ochoa, actual párroco de la iglesia Santa Ana, Dios lo usaba como instrumento para curar enfermos y concederles favores y milagros a las personas que con fe se acercaban a él.

Cuentan los feligreses que el martes 10 de septiembre de 1968 a las 4:00 p. m., en medio de una eucaristía, frente a la mirada de muchas personas, se empezó a dibujar al lado del padre Arcila la imagen de María Auxiliadora, tras ese suceso el sacerdote empezó a ser visto como una persona que tenía conexión directa como el ser supremo y además, fue instaurado el martes como el día consagrado a esta advocación de la virgen.

Desde entonces, jóvenes y adultos de sabaneta y de todo el Valle de Aburrá se congregan todos los martes en la iglesia Santa Ana a celebrar la eucaristía en honor a María Auxiliadora.  Durante este día hay misa cada hora en el lugar.