Dicen que cuando una persona se encariña con un gato o un perro crea un vínculo tan fuerte que los hacen parte de su familia, este es el caso de Diana David, una mujer sabaneteña que ha dedicado su vida a rescatar estos peludos de cuatro patas.
Lo que para muchos puede ser un capricho o show, para Diana es pasión y amor por ayudar a esos seres que tanto amor tienen para ofrecer. “El proceso con ellos es de recibir y dar, realmente ellos sí lo hacen de todo corazón”, expresa la rescatista.
De acuerdo con Diana, toda esta aventura comenzó cuando se realizaba preguntas como: ¿por qué hay tanto maltrato y tanta violencia con los animales?, fue en ese momento cuando entendió que no podía quedarse en solo preguntas, sino que debía aportar un granito de arena para solucionar ese problema.
Aunque muchos piensen que ellos no pueden ofrecerle nada al ser humano, para la rescatista es todo lo contrario, a ella la apoyan emocionalmente y, además, ve en ellos el significado de tantos valores que las personas han perdido.
Desde hace aproximadamente 25 años la mujer quiso dedicarse a rescatar animales. En un principio su esposo y ella tuvieron un perro que adoptaron sus suegros, “a él le pusimos Nicolás, después tuvimos otra perra llamada Pelusa Pérez y ahí ya llegaron los demás, fue creciendo la familia hasta llegar a aproximadamente 20 perros”.
Estos peludos llegan a Diana de diferentes formas, ya sea por redes sociales, por vecinos o por alguna otra persona que ve algún animal abandonado y la contacta.
Ella manifiesta que a pesar de todo, en Sabaneta el tema de bienestar animal es bueno porque hay mucha empatía de parte de las personas. “Tú ves acá un perro o un gato en la calle y en 15 minutos está en las redes sociales, eso es el sentido de pertenencia que tenemos todos los sabaneteños porque nuestros animalitos estén bien”.
El caso que más la ha marcado en este proceso de rescatar perros y gatos fue el de Joaquín, un gatito que tenía discapacidad en su parte trasera, fue muy difícil para ella ya que tenía otros animales y el necesitaba un cuidado especial. Sin embargo, “ver a Joaquín ahora después de 6 años, es notar esa resiliencia en ellos, que a pesar de que han sufrido y han sido maltratados, vuelven y se recuperan y vuelven a confiar. Eso es algo que te llena el corazón”.
Actualmente, Diana tiene tres perritas, una que es Pelusa Pérez y tiene 22 años, Chapolita que tiene 15 años y otra que se llama Lolita.
Un mensaje que esta mujer rescatista le deja a las personas es que, si alguien va a adoptar un perro o un gato, que lo haga con conciencia, ya que se debe tener presente qué necesita y cuánto dinero se va a gastar para comprarle su concentrado. Además, ellos también requieren de un veterinario, sus vacunas y tienen derecho a ser ellos como animales, pues no son mascotas porque una mascota es un objeto y ellos son seres sintientes.