Gabriela, el misterioso restaurante oculto ubicado en Sabaneta

¿Sabías que en Sabaneta hay un restaurante oculto?, se trata de Gabriela, un restaurante donde solamente se atiende bajo reserva y no se venden platos individuales, sino, una experiencia para compartir que se compone de dos entradas, dos platos principales y dos postres.

Juan David Montoya, creador de Gabriela, explica, “al llegar al lugar, las personas no tienen ni idea de lo que van a comer ya que no enviamos la carta con anticipación, solo le preguntamos a la gente qué no comen y qué no les gusta”.

Aunque todas las cocinas son laboratorios porque en ellas siempre se crea y experimenta la elaboración de nuevos productos, Gabriela tiene algo muy diferente a las demás, en este laboratorio de cocina, no solo se ensayan nuevos sabores, sino que también se enfocan en un “laboratorio de proyectos” donde se buscan las herramientas para que el plato que se vaya a hacer sea el mejor para el cliente.

El sueño de Juan David es poder llegar un día con una idea a un espacio creativo y con un equipo poder desarrollar esos proyectos, por ese motivo se llaman laboratorio de cocina, no porque sea un nombre que está de moda o porque todos los chefs lo dicen.

Como un homenaje a su abuela y al amor que tiene por la cocina, Juan David creó “Gabriela, Laboratorio de Cocina”, Según cuenta el joven sabaneteño, la idea de crear dicho proyecto surgió con la pregunta “¿cómo ser feliz, cocinar, hacer negocio, ganar plata y no estar haciendo todos los días lo mismo en un restaurante?”.     

En un principio Juan David pensaba estudiar ingeniería mecánica, pero esto no fue posible en su momento y decidió adentrase en el mundo de la gastronomía y crear el proyecto familiar que hoy tiene ubicado en el patio trasero de la casa de su abuela. Además, junto con sus papás, tías y otros familiares, construyeron a Gabriela desde cero y pusieron base por base lo que hoy estructuralmente se compone de una planta de producción, oficinas, cuarto de grabación, zona de empleados y bodega.

La cocina del restaurante es 100 % abierta y la carta es un poco particular, ya que es un libro escrito por capítulos donde se cuenta la historia del lugar.

El restaurante cuenta con catering para eventos y este es el negocio fuerte del proyecto, en un día pueden atender hasta 2.000 personas.

Gabriela abrió sus puertas después de pandemia y actualmente solo han sacado dos menús y el próximo que se tiene pensado sacar está inspirado en el pacífico colombiano.