Los buñuelos más famosos de Colombia se hacen en Sabaneta

Todo inició con la tatarabuela de Pedro Vásquez Pino que, finalizando el siglo 18, en un pueblo llamado San José de la Montaña, comenzó a hacer buñuelos de quesito, receta que se convirtió en tradición familiar, pasó a la abuela, la adquirió su padre y ahora está en sus manos y es compartida desde hace más de 25 años con los sabaneteños, antioqueños, colombianos y extranjeros que visitan el negocio El Peregrino en Sabaneta.

Esta cafetería, ubicada a un costado de la iglesia principal de ese municipio, además de ser famosa por el sabor de los buñuelos que, como dice don Pedro, dueño del negocio, son crocantes por fuera y esponjosos por dentro, es reconocida a nivel nacional por ser el lugar donde venden los buñuelos más grandes de Colombia o incluso del mundo.

En la navidad del año 2009, hicieron un buñuelo de 40 libras que quedó notificado ante un notario como el más grande de la historia y fue ganador del Guinness Record.

“Ese buñuelo se demoró seis horas para estar listo, de él comieron cerca de 500 personas, eso fue como la multiplicación de los panes, alcanzó para todo el mundo”, dice don Pedro.

También hay otros tipos de tamaños que son los que con mayor regularidad se hacen en el lugar; de 200 gramos, el más consumido, que vale 3.700 pesos, de 1 kilo que tiene un costo de 14.000 pesos y el más grande, de 5 kilos, que es vendido a 50.000.

Antes de pandemia, en temporada fría, en El Peregrino se vendían entre 3.000 y 4.000 buñuelos diarios. Ahora con la llegada de la covid-19, se vende el 20% de esa cifra y aunque dicen estar trabajando a pérdida, el negocio se mantiene porque ya no solo es una tradición familiar sino también de todo Sabaneta.

En medio de la crisis, don Pedro piensa en reinventar su negocio, es por esto que actualmente está construyendo en la mitad del gran salón que es El Peregrino, nuevos locales, para convertirlo en una especie de mall en el que los comensales encuentren pizzas, carnes, arepas, cervecería y todo tipo de comida en un solo lugar. Por supuesto, los buñuelos, sólo los venderá él.

“Por acá los esperamos para seguirlos atendiendo con el mayor de los gustos”, expresa con ilusión.