Se acerca la época navideña y con ella el incremento en la quema de pólvora pirotécnica, donde las autoridades locales y nacionales intensifican la labor de vigilancia para prevenir las lesiones.
Es importante destacar que, durante las festividades 2021-2022; el Instituto Nacional de Salud (INS) informó que un total de 1.174 ciudadanos resultaron afectados por este tipo de práctica que en muchas ciudades del país es prohibida.
De acuerdo a las cifras entregadas por la entidad de salud, Nariño fue el departamento con mayor número de quemados, registrando un total de 145 lesionados, seguido de Antioquia, con 108 afectados; Bogotá, con 95; Valle del Cauca, con 91; Cauca, con 78; y Tolima con 70.
Estas cifras son son preocupantes, ya que evidencian un incremento del 61,93% de accidentes con respecto al año 2021, cuando se registraron 725 lesionados.
La invitación de muchos movimientos animalistas, autoridades locales y departamentales, es la urgencia de intensificar la pedagogía y construir mejores estrategias para la regulación de la pólvora.
Los ciudadanos deben comprender las lesiones de pólvora afectan la vida, la salud, la integridad física y emocional, no solo del afectado, sino de su entorno familiar.
Las consecuencias de esta mala práctica, además de traerle consecuencias adversas a la vida de una persona, también, puede ser mortal para los animales.
Los seres sintientes, animales de compañía como perros y gatos y la fauna silvestre en general es vulnerable ante cada explosión, especialmente, durante la noche del 30 de noviembre y las celebraciones del último mes del año.
Cada año se conocen cientos de historias, donde perros y gatos al escuchar las explosiones, salen corriendo, son atropellados y hasta se infartan y para el de las aves, estas se desorientan, se estrellan y hasta pierden sus huevos, afectando los ciclos naturales de anidación.
Expertos en atención veterinaria, indican que los sentidos de los animales se ven afectados por el uso de la pólvora, ya que sus oídos son los primeros en sufrir, además de sufrir quemaduras, desespero, salivación, arritmias cardiacas, estrés y desorientación, los cuales, en muchos casos, les genera, incluso, la muerte.
En cuanto a la fauna silvestre, se plantea que son las aves las más vulnerables ante el estallido de la pólvora, pues estas tienen siete a diez veces más desarrollados sus oídos, comparado al de los seres humanos, por lo que es común que se desorienten y colisionen, causando su muerte inmediata.
Las líneas de atención de la Policía Nacional, están disponibles para recibir las denuncias de la ciudadanía para atender casos de quema de pólvora en el Valle de Aburrá, marcando al 123.